Efemérides escolares: ¿días vacíos de historia?

Las efemérides señaladas en el calendario escolar generalmente se viven como días que interrumpen el trabajo secuencial del programa de historia. Este sentimiento de «ajenidad», al decir de Perla Zelmanovich1 no es diferente del que circula en el resto de la sociedad…

Según Perla Zelmanovich, «Las fechas patrias han perdido su connotación primitiva de festejo por determinados logros, como la libertad o la independencia. En la escuela quedaron instaladas en una especie de inercia, de rutina que hay que cumplir pero que nadie sabe bien por qué». Recuerdo anécdotas de alumnos que creían que el general San Martín ingresaba en nuestra historia argentina luego de la independencia, allá por 1816, o que los alumnos de primer ciclo recordaban ese día por la banderita que pintaban en el cuaderno o por el discurso dado por la maestra en el acto escolar. Como docente de escuela primaria, muchas veces me he preguntado cómo incluir la historia en nuestras efemérides.

 

Los niños y nuestra historia

Las efemérides forman parte de nuestra historia, por ende es necesario darles un lugar significativo en las clases de Historia. Tanto el docente como el niño deben acercarse a su tiempo y a su espacio, contactándose con el «hoy» en función del «ayer», comparando objetos, costumbres, pensamientos, construcciones, vestimenta, etcétera.
Entonces, ¿cómo hacerlo? La propuesta consiste en anticiparnos a la fecha e incluir la conmemoración dentro de un proyecto En la actualidad, las propuestas de reformas educativas se inscriben dentro de modelos curriculares abiertos y flexibles, que incluyen aquellos contenidos culturales básicos relacionados con el mundo actual y que tienen una proyección en la formación del hombre en su totalidad. Dentro de esta perspectiva se inscriben los temas transversales y las propuestas de trabajos por proyectos.

A la hora de seleccionar el contenido de las efemérides y la forma de abordarlas es importante tener en cuenta la etapa evolutiva del niño. A modo de ejemplo, si recordamos la creación de la bandera podemos elegir como tema el concepto de «símbolo», podemos partir de las letras o los números para pasar después por los símbolos que identifican una escuela, un club, para llegar así al símbolo nacional y a su creador.

 

Experiencia compartida en tercer grado

Se acercaba el 17 de agosto, había que recordar al General Don José de San Martín. ¿Cómo lo haría? ¿Con clases expositivas? ¿Batallas, fechas, exilio, etc.? ¿Así lograría acercar a los alumnos a él? ¿A su vida? ¿A sus ideas? ¿Lo lograría o solamente los chicos juntarían datos vacíos de aprendizaje?
Al hacerme estas preguntas decidí no contarles la historia del General San Martín, sino partir de lo que ellos sabían. Partir del emergente grupal y trabajarlo como un proyecto de grado.

 

Saberes previos del grupo

Nos sentamos en una ronda y pregunté:
—¿Ustedes saben quién fue José de San
Martín?
Las respuestas fueron variadas:
—No sé.
—¡Ya sé! Cruzó los Andes.
—Está en la catedral. Mi papá me llevó.
Fue un héroe.
—Cruzó los Andes en camilla.
—Tenía un caballo blanco.
—Cabral le salvó la vida.
—Creó la bandera.

 

¿Cómo unir esta escasa información (en algunos casos confusa o errónea) en una actividad vivencial, participativa, interesante, curricular y comprensiva?

 

La palabra héroe fue el disparador para una segunda pregunta

—¿Qué significa la palabra héroe para ustedes?
—Alguien que ayuda a otro.
—Personas que salvan vidas.
—Como Superman, que es bueno y vuela.

 

Ante estas respuestas desencontradas y otras recurrimos al diccionario

  • Héroe: persona que ha realizado una acción que requería mucho valor.
  • Heroico: aplícase a las personas famosas por sus hazañas y por sus acciones.
  • Hazaña: acción de mucho valor o esfuerzo.

Tratamos de entender el significado entre todos y así continuamos… Les pregunté si ellos tenían héroes y cuáles eran. Aparecieron en las respuestas héroes de fantasía y héroes reales: Harry Potter, Batman, Robin, Manuel Belgrano, San Martín, el hombre araña, etc. Les propuse, entonces, armar una lista de héroes.

 

—¿Dónde lo ponemos a San Martín? ¿Con los héroes reales o con los de ficción?
—Con los héroes reales.
—¿Cómo podemos averiguar datos sobre él?

 

A partir de estas inquietudes surgidas en el grupo, me planteé los siguientes objetivos:

  • Fomentar la participación, vivencia y comprensión de los procesos históricos.
  • Promover la investigación individual y grupal como proceso educativo.
  • Conocer personajes de la historia según el ambiente en que se desarrollaron.
  • Descubrir la importancia de lo subjetivo en cada elección.
  • Investigar y profundizar sobre el concepto de héroe o prócer.
  • Comprender el valor de cada cambio en el proceso de la vida.

De las charlas grupales surgió la posibilidad de preguntar a las personas mayores de la familia.

Preparamos entre todos un reportaje para investigar el concepto de héroe.

¿Qué es un héroe para vos?
¿Qué héroes conocés?
¿Por qué el General San Martín es considerado un héroe?
¿Tenés héroes actualmente? ¿Cuáles y por qué?
¿De chiquito tuviste héroes? ¿Cuáles?

El reportaje permitió la búsqueda de información y la participación de los padres, hermanos, abuelos, en el proceso de aprendizaje de los chicos.

Juntos desplegamos una cantidad de actividades que señalo a continuación:

  1. Hicimos una puesta en común con todas las encuestas realizadas.
  2. Armamos carteleras, organizando y clasificando héroes reales y héroes de ficción.
  3. Encontramos similitudes y diferencias en cada uno de ellos, pero todos tenían algo en común: hacen o hacían algo por el bien de los demás.

Investigamos qué habían hecho, cómo eran, en qué ámbito se desarrolló el personaje: temporal, social, espacial.

  1. Formamos grupos y cada uno eligió el héroe que quería investigar en profundidad. Así surgieron: San Martín, Manuel Belgrano, madre Teresa de Calcuta, Mahatma Ghandi, Batman…
  2. Buscamos información con ayuda de los papás.
  3. Leímos, vimos fotos y dibujos. Armamos paneles con el material obtenido.
  4. Contamos lo que nos parecía más interesante de cada héroe elegido.
  5. Surgieron intercambios de opiniones y también discusiones. Cada uno quería imponer a los otros sus ideas. Así fuimos comprendiendo la importancia de escucharse y de aceptar la discusión y el disenso, dentro de un proceso de aprendizaje en el que la aceptación de la opinión del otro era parte de la convivencia diaria.

Descubrimos la importancia de investigar sobre un tema para poder opinar, de asegurarse la veracidad de las fuentes.

  1. Organizamos una línea de tiempo que nos ayudó a ubicar a los héroes en diferentes épocas: mucho antes, antes, ahora.
  2. Ubicamos en un planisferio los que eran de aquí, los que vivían lejos o muy lejos de nuestro país.
  3. Dibujamos en plástica. Cada uno realizó un dibujo del personaje elegido simulando un cuadro.

 

San Martín entró a nuestra aula

Luego de esta investigación, la mayoría del grupo se había apropiado de San Martín como héroe real, otorgándole mayor importancia que a los héroes de ficción.
Era tanto el material que teníamos que decidimos comunicarlo. Se nos ocurrió hacer una representación. Mostrar a la escuela y a los padres lo que habíamos investigado; una galería de cuadros héroes de ficción y realidad se mezclaban, en ella San Martín salía del cuadro para contar su vida (dramatizada), podía abrazarse con Manuel Belgrano y mostrar que los héroes también tienen amigos. Encontramos lo humano en sus vidas.

Descubrimos entre todos, chicos, maestros y padres, que los héroes de nuestra historia se comprometieron con sus ideas, algunos desde la palabra, otros en su momento con las armas, otros revalorizando la paz. También entendimos que siempre uno puede comprometerse con las cosas por más pequeñitas que éstas sean.

  

Vivenciar nuestra historia

Así sentimos que una efemérides no quedaba vacía, que habíamos vivenciado la lejana historia y ya estábamos armando la nuestra, dejando atrás clases expositivas o discursos difíciles de comprender para niños de esta edad.
Este proyecto tuvo, como finalidad básica, transformar la enseñanza de la historia en una experiencia vivencial, en donde se puso de manifiesto la investigación creativa, el análisis de la misma, la significación en la etapa madurativa del niño, y acercar las efemérides al alumno y a sus vivencias cotidianas para lograr la transferencia internalizada de lo investigado.

El proyecto se integró con otras áreas curriculares y permitió desarrollar la conciencia de grupo, la colaboración, la solidaridad, el respeto, el debate, el acuerdo, la posibilidad de escuchar, ser escuchado y elegir.

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