El texto expositivo-explicativo en la escuela: información clara, precisa y organizada

Los alumnos de los últimos años de la escolaridad primaria tienen por delante el desafío de trabajar textos cada vez más difíciles, que exigen operaciones cognitivas y comunicativas de mayor complejidad. Proponemos brindarles herramientas que les faciliten la comprensión y producción de tipologías textuales vinculadas a la formación académica.

Uno de los discursos de uso cotidiano en la escuela es el texto expositivo-explicativo. Este tipo de texto se caracteriza por su función referencial en tanto tiene la finalidad de informar y transmitir conceptos, ideas o datos sobre distintos aspectos de un tema o campo del conocimiento y, en este sentido, refleja el «modo de decir» propio de cada disciplina.
Los estudiantes están en contacto con estos textos desde los primeros grados; de hecho, la mayoría de la bibliografía utilizada y las evaluaciones se encuadran dentro de esta tipología. Sin embargo, son frecuentes las dificultades que presentan los alumnos al momento de comprenderlos, lo que deja en claro la necesidad de tomarlos como objeto de estudio.

 

Aclarando conceptos 

Es común observar en el ámbito escolar que los nombres texto informativo, texto expositivo y texto explicativo se alternen con frecuencia para hacer referencia a una misma categoría textual cuya función primordial es la de transmitir contenidos o saberes.
Como el nombre lo indica, en los textos con trama expositiva y explicativa se combinan, por un lado, la exposición que brinda información sobre un tema y, por otro, la explicación que aclara los conceptos para hacerlos más accesibles y sencillos. Dichos textos deben comunicar la información en forma clara, precisa y organizada, ya que se dirigen a un público no especializado.

  • ¿Qué es exponer? Informar ordenadamente una materia. Presentar algo para que sea visto, ponerlo de manifiesto para darlo a conocer.
  • ¿Qué es explicar? Declarar o desarrollar un tema complejo para hacerlo más fácil.

Por lo tanto, los textos expositivos- explicativos son:

  • informativos ya que presentan datos específicos sobre hechos, personajes, fechas, lugares, teorías, etc.;
  • explicativos porque, además de aportar información, ofrecen explicaciones y detalles significativos;
  • directivos, en tanto sugieren «claves» que funcionan como guías de lectura y permiten identificar las ideas principales. Las introducciones, los títulos y subtítulos o los resúmenes son algunas de ellas.

Este tipo de textos, característicos de las ciencias y la tecnología, se encuentran en distintos portadores, como libros de texto, publicaciones de divulgación científica, manuales escolares, enciclopedias y revistas especializadas.

 

Estructura organizativa de la información

El texto expositivo-explicativo presenta una estructura simple y ordenada en la cual se expone un tema general o idea central que responde a una pregunta que origina la explicación y, a medida que el texto se va desarrollando, se profundizan diferentes aspectos específicos o subtemas que amplían la información.
En general, en los textos expositivo-explicativos pueden distinguirse tres partes: una introducción, un desarrollo y una conclusión.

 

Introducción
Marco en el cual se plantea y se explica cómo será tratado el tema a abordar. Comprende la presentación y la puesta en contexto de la información.
Cuerpo o desarrollo
Donde se expone clara y ordenadamente la información. Generalmente se explica el tema principal y se incluyen temas secundarios que lo complementan. Es la parte más importante del texto.
Conclusión
Cierre del texto que retoma algunas ideas desarrolladas. Su finalidad es sintetizar los aspectos fundamentales de la información expuesta. Esta última parte puede no aparecer.

 

El texto se organiza con un título y subtítulos que explican el tema y subtemas que se desarrollan, y otros elementos paratextuales (gráficos, infografías, mapas, ilustraciones, fotos con epígrafes, etc.) que ordenan mejor la información y orientan la lectura facilitando su comprensión.

Estos discursos pueden presentar la información de diferentes maneras:

  1. Siguiendo la secuencia u orden temporal en el que se desarrollan las acciones. Esta forma es útil para explicar procesos, acciones o situaciones que suceden en el tiempo.
  2. Manteniendo un orden lógico, es decir, desde un tema general se exponen distintas especificaciones.

 

 

Características de los textos expositivo-explicativos 

Un rasgo distintivo de los textos expositivo-explicativos es que recrean saberes del ámbito científico del conocimiento en otros ámbitos de divulgación con una intención más didáctica. Además, pueden reconocerse otras características particulares:

  • Se centran en el referente.
  • Exigen un tratamiento «objetivo» y «comprobable» de la información.
  • Utilizan la tercera persona gramatical.
  • Predominan las oraciones enunciativas.
  • Los verbos de las ideas principales se conjugan en modo indicativo.
  • El registro es formal.
  • El vocabulario es preciso y denotativo. También aparecen términos técnicos propios del campo disciplinar al que corresponde el tema.

 

Este tipo de textos, característicos de las ciencias y la tecnología, se encuentran en distintos portadores como libros de texto, publicaciones de divulgación científica, manuales escolares, enciclopedias y revistas especializadas.

 

Recursos para la exposición y explicación

Por último, es necesario conocer algunos de los procedimientos que se utilizan habitualmente para explicar o exponer ideas como: la definición, la clasificación, la ejemplificación, la reformulación, la comparación o analogía y las citas de autoridad.

 

La definición

Explica qué es algo, es decir, su significado y enuncia sus principales características. Son frecuentes las expresiones verbales: es, se llama, se refiere a, se define como, etc.
Por ejemplo: la ecología es la «Ciencia que estudia las relaciones de los seres vivos entre sí y con su entorno». (http://buscon.rae.es)

 

La clasificación

Consiste en una serie de definiciones relacionadas entre sí que permiten agrupar y ordenar elementos en categorías o clases.
Por ejemplo: «Existen numerosos instrumentos ópticos diseñados con una o varias lentes.
Anteojos: […] si por algún motivo no podemos ver correctamente, debemos utilizar anteojos. Estos se diseñan con lentes convergentes o divergentes…
Lupas: están diseñadas con lentes convergentes. Su función principal es la de agrandar la imagen de objetos que a simple vista podemos ver.
Los microscopios: son utilizados para observar objetos o seres demasiado pequeños como para verlos a simple vista. […] cuentan con dos lentes convergentes, llamadas objetivo y ocular […]» (Ciencias Naturales 1 ES/ 7 EP, Longseller, 2012, pág. 88).

 

La comparación y analogía

Mediante el uso de comparaciones y metáforas se establece una relación entre un objeto y otros de distinto campo con los que tiene alguna semejanza o diferencia con el propósito de facilitar su comprensión. Se recurre al empleo de conectores de comparación: a modo de, es como, etc.
Por ejemplo: «La autonomía de la Ciudad de Buenos Aires es limitada. Al igual que en el caso de las provincias y los municipios, sus decisiones no pueden contradecir los mandatos de la Constitución Nacional ni las leyes que dicta el Congreso de la Nación» (Biciencias 7, Kapelusz Norma, CABA, 2014, pág. 28).

 

La ejemplificación

Consiste en presentar casos particulares y concretos que pueden ilustrar el tema tratado. Se utilizan signos ortográficos como paréntesis o dos puntos y conectores que nos permiten reconocer el uso de este procedimiento explicativo: como, es el caso de, etc.

Por ejemplo: «Las llamadas fuentes de energía alternativa provienen del aprovechamiento de recursos renovables, como el viento, la energía del sol, los cursos de agua, la descomposición de la materia orgánica y el calor interior de la tierra» (Biciencias 7, Kapelusz Norma, CABA, 2014, pág. 148).

 

La reformulación o paráfrasis

Es un procedimiento basado en la repetición de una idea apelando a otras palabras con el fin de aclarar o hacer más comprensible una información. Existen marcadores textuales de reformulación tales como: es decir, en otras palabras, dicho de otro modo, o sea, etc.
Por ejemplo: «Las gimnospermas son plantas que no tienen flores y reciben su nombre del griego: gimnos significa “desnudo” y sperma, “semilla”. Es decir, las semillas no están protegidas dentro de un fruto, pues no lo poseen» (Ciencias Naturales 7 Serie Conecta 2.0, Ediciones SM, 2011, pág. 142)

 

 

 


Descargá, en formato imprimible, las fichas que acompañan el presente artículo, en ellas se propone una actividad para realizar con los y las alumnas para familiarizarlos en el manejo de este tipo de textos.

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