Las infancias y las concepciones educativas, la educación y las escuelas: historias y actualidad

Desde la decisión de retomar aspectos que considero fundantes para avanzar hacia algunas ideas de concreción de las propuestas de enseñanza en la actualidad, haremos mención a determinados ejes fundamentales, algunos de ellos ya abordados en los diferentes artículos previos, a fin de intentar enriquecer las reflexiones y acciones educativas.

Desde estas miradas, pensemos en renovar las esperanzas, criteriosas, reales y no inocentes, buscando las mejores formas de concretarlas sin desconocer las incertidumbres y desasosiegos de esta temible situación actual que nos mantiene a todos tan agobiados. Colaboremos en construir y reconstruir alejados de las grietas, que desorientan y desarman tan especialmente a los educadores absolutamente indispensables para sostener a las infancias, las familias, lo educativo entramado con el cuidado, la continuidad pedagógica y las trayectorias escolares dignas.

 

 

Pensemos primero en los niños/as y su lugar en el mundo 

Sabemos que son la prioridad, pero ¡tantas veces la complejidad y las demandas de una tarea con prisa y sin pausas nos determinan en las decisiones y acciones! Necesitamos detenernos y observarlos, escucharlos y sostenerlos, ubicarlos verdaderamente en los lugares prioritarios.

Estas personitas vulnerables que no nos dan respiro en la compleja tarea de protegerlos y encontrar las mejores modalidades de acompañarlos sin avasallarlos.

Pensemos —nuevamente— en esta realidad actual tan difícil, inestable, indeseada, triste, que nos necesita fuertes, serenos, responsables.

Son momentos de renovar las esperanzas educativas, avanzar en las búsquedas de las mejores opciones posibles, desde el sostén prioritario en la vida y la salud (al que nunca debemos renunciar), sin descuidar la importancia de lo escolar —con o sin sus paredes mientras tanto— que jamás entrega su presencia, reconociendo su valor para las infancias, las familias y la sociedad.

 

Son momentos de renovar las esperanzas educativas, avanzar en las búsquedas de las mejores opciones posibles, desde el sostén prioritario en la vida y la salud sin descuidar la importancia de lo escolar —con o sin sus paredes— que jamás entrega su presencia, reconociendo su valor para las infancias, las familias y la sociedad.

 

 

Aspectos a recordar en estos tiempos complejos 

Para mi gusto y siempre enmarcada en aportar a las reflexiones y acciones educativas desde mis ideas teóricas y prácticas, vale la pena recordar una vez más que:1

  • Reconocemos la complejidad no deseada de esta situación de pandemia mundial.
  • Ponemos en palabras el dolor y los miedos que nos produce para intentar aquietarlos al reconocerlos y compartirlos, muy especialmente con los niños y niñas que tanto necesitan de nuestra mediación en este sentido.
  • La consideramos un paréntesis momentáneo (aunque demasiado extenso según lo esperado-deseado) no elegido, que debemos abordar, un «mientras tanto» activo que no posibilita la parálisis de ideas y propuestas.
  • Nos convocamos a reflexionar, buscar, encontrar las salidas oportunas en las ideas, la organización, las propuestas, las acciones.
  • Reconocemos la presencia de un abanico de posibilidades a las que podemos «echar mano» para seleccionar las que consideremos más pertinentes en cada situación y momento dados.
  • Valoramos especialmente a este abanico cuando es colorido, diverso, intenso, criterioso y nos presenta un repertorio abierto, amplio, rico, democrático.
  • Aprendimos que no hay únicas opciones ni de actividades ni de acciones ni de intervenciones, por lo cual necesitamos seleccionar criteriosamente reflexionando permanentemente.
  • Nos sostenemos en el respeto por todos y todas, por la diversidad en sus múltiples aspectos, pero nos alejamos de manera contundente de las desigualdades, encarnando a cada instante y en cada acción personal y colectiva el compromiso por tratar con todas nuestras fuerzas de desterrarlas.
  • Alejamos la idea acerca de las modas de turno como salvadoras de lo educativo, a las cuales supuestamente «debemos adherir» para no quedar fuera de las escenas educativas mejor consideradas.
  • Recordamos siempre que es esencial sostener las ideas que no se opongan al enfoque educativo, sin desterrar las decisiones y acciones que nos dan identidad como nivel, aunque adecuándolas y resignificando lo pertinente/necesario.
  • Incorporamos lo nuevo, pero sin aceptar contradicciones que mezclan y entorpecen las tareas, sin inventar nuevas denominaciones que confunden, sin pensarlas en función de la obligación de desandar lo previo, salvo que contradiga el enfoque.
  • Alejamos los estereotipos o propuestas lineales, tantas veces más conocidos y fáciles de desarrollar, recordando que no promueven acciones de «buena enseñanza» (Fenstenmacher) ni aprendizajes significativos, ni se sustentan en la complejidad que es parte de las tareas educativas.
  • Nos situamos con todas las fuerzas en la idea de «jamás haber dejado de hacer escuela», adecuando las acciones a las mejores posibilidades que nos permite la realidad actual.
  • Intentamos aprender de esta crisis, de los errores, de los tropiezos, con la responsabilidad adulta, profesional y educativa a flor de piel e incorporando aquellas ideas y herramientas que nos facilitan el trayecto.
  • Como siempre, seleccionamos, diseñamos, evaluamos, re-planificamos, adecuamos, modificamos, reiteramos desde la identidad educativa de nuestro nivel, considerando sus fortalezas y debilidades, eligiendo los recorridos oportunos para cada etapa determinada.
  • Trabajamos junto a los otros generando utopías posibles a favor de las infancias y sus procesos de aprendizaje, tan facilitados o no según nuestras acciones, propuestas, intervenciones.
  • Reconocemos que lo afectivo-vincular es la base que sustenta toda acción pedagógica pero que debe imbricarse con la enseñanza, amasarse con lo didáctico, no abordarse por separado ni desarticulado entre sí.
  • Construimos puentes entre los niveles, los ciclos, lo familiar y lo escolar, lo virtual y lo presencial, los integrantes de las instituciones, los equipos directivos y docentes, las escuelas y las familias… alejándonos de los quiebres, las grietas educativas, las competencias innecesarias, las luchas de poder insignificantes, los debates sin sentido que nos tienen circulando sobre las mismas ideas —o peor aún— oscilando entre una idea y la opuesta, olvidando que las mejores decisiones se asientan en los puntos intermedios, en los equilibrios dinámicos, en la diversidad posible.
  • Pensamos en una «escuela mejorada» —no en una escuela ni una realidad nuevas— que se pensó a sí misma en estos tiempos para reconstruir lo necesario y sostener lo pertinente, revitalizando las paredes escolares que nos están esperando y a las que queremos retornar cuando sea un verdadero «regreso con gloria».2
  • Nos centramos en un «regreso con gloria» que incluya la presencialidad oportuna y cuidada, que respeta a los alumnos, los docentes, las familias y deja de lado las decisiones irresponsables basadas en voluntades y ganancias personales de algunos.
  • Destacamos los «irrenunciables de la Educación Inicial», que se asientan en desafíos o deudas pendientes que aún nos convocan a repensarnos y mejorarnos continuamente, reflexionando como siempre mientras no dejamos de accionar.
  • Respetamos y priorizamos los tiempos de las infancias que no pueden dispersarse en sucesos sin sentido, en soledades y abandonos pedagógicos inadmisibles e insostenibles.
  • Asentamos nuestras responsabilidades educativas como adultos profesionales que se reconocen en su valor, sus ideas y las huellas que dejamos en las infancias y sus procesos personales y grupales.
  • Alentamos y defendemos la continuidad pedagógica y las trayectorias escolares que son compromiso del sistema educativo en su totalidad y de cada institución.
  • Sostenemos una educación democrática, que fortalezca la autonomía relativa de todos y todas, que sostenga un encuadre claro, consensuado, oportuno y libre de autoritarismos, pleno de normas fortalecedoras.
  • Nunca bajamos los brazos ni los abrazos, aunque por ahora sean virtuales, con distancia, a través de la mirada y la palabra… para poder sostener con dignidad este presente acuciante.

 

Nunca bajamos los brazos ni los abrazos, aunque por ahora sean virtuales, con distancia, a través de la mirada y la palabra… para poder sostener con dignidad este presente acuciante.

 

Los invitamos a compartir un querido cuento personificado por Camila y Julieta San Román Leis, desarrollado gracias a la convocatoria de mi muy querida Verónica Parodi en tiempos de pandemia, que resalta la importancia de defender siempre y pese a todo la dignidad de luchar por lo que se considera justo y, muy especialmente, de reflexionar acerca de cuántas veces en la vida y en la escuela se presentan conflictos sin saber muy bien a qué se deben ni cómo comenzaron, asentados en malos entendidos o interpretaciones erróneas, que nos alejan de la tarea y nos quitan la posibilidad de trabajar contemplando y sosteniendo la diversidad.

 

Cuento «Desafío Mortal» de Gustavo Roldán.

 

 

Propuestas a modo de ejemplo. Ciencias Naturales 3

En el Nivel Inicial, la indagación del ambiente, que proponen tanto las Ciencias Naturales como las Ciencias Sociales, está orientada a proporcionar a los niños una visión más amplia y compleja del entorno que los rodea, lo que constituirá una base importante para incentivar el desarrollo.

La enseñanza de las Ciencias Naturales en edades tempranas potencia el aprendizaje de algunas ideas básicas (conceptos) acerca del mundo natural, de ciertos procedimientos propios (como la realización de experimentos) y de tipo general (como la observación), y una gama de actitudes necesarias para favorecer su conocimiento del entorno, su socialización y su progresiva autonomía.

En esta época de pandemia, respetando en las salas los protocolos correspondientes para evitar contagios de coronavirus, ¿qué experiencias presenciales pueden realizarse de Ciencias Naturales? ¿Qué contenidos seleccionar para los encuentros presenciales que luego puedan ser complejizados o ampliados en los virtuales? ¿Qué estrategias tener en cuenta respetando los protocolos?

Con respecto a los encuentros virtuales, cabe preguntarnos: ¿qué contenidos abordar? ¿Qué materiales van a necesitar los niños para la actividad propuesta? ¿Podrán disponer las familias de los elementos que necesitan los niños para dicha actividad? ¿De qué forma podrán ayudarlos?

Estas y otras preguntas podemos plantearnos al seleccionar los contenidos y las actividades de una secuencia presencial, o virtual, o de modalidad mixta, en el área de Ciencias Naturales.

Pero en todos los casos, debemos tener en cuenta que dichas actividades promuevan en los niños los diferentes modos de conocer propios de las Ciencias Naturales, por ejemplo búsqueda, recolección, registro, organización y comunicación de la información.

Una actividad que permite obtener información sobre el entorno es la observación. Este procedimiento muy utilizado en las Ciencias Naturales incluye el empleo de los sentidos (vista, oído, tacto, olfato y gusto). Es decir, no es solo «mirar atentamente» ya que, si por ejemplo en una salida didáctica al jardín de la escuela los niños perciben el canto de un ave sin verla, escuchar el canto es una observación

Desde el punto de vista epistemológico, la observación como actividad mental nunca es ingenua, siempre está mediatizada por los marcos teóricos (ideas, conceptos, valores, etc.) que el sujeto posee.

Son las situaciones problemáticas las que hacen que el sujeto plantee hipótesis (en el caso del niño conjeturas) y son ellas las que le dan sentido a la observación.

Por ejemplo, al observar semillas no serán iguales las descripciones de un niño que vive en el campo y participa (o ve hacerlo a sus familiares) en todo el proceso de la siembra y su posterior cuidado, que las de un chico de ciudad, que generalmente lo que conoce de las semillas es que están adentro de una fruta o que se utilizan como ingrediente de alguna comida o que se compran envasadas.

Otro ejemplo, es el de un ave como el pollo; las ideas de un niño que vive en un criadero y observó desde la incubación del huevo hasta el crecimiento y desarrollo del pollito, serán muy diferentes a las de un niño citadino, cuyo contacto con los pollos muchas veces solo es con los que venden en el supermercado, sin plumas, congelados, etc.

Algunos de los contenidos posibles de abordar durante los encuentros virtuales, incluidos en el bloque «Indagación del ambiente socio natural», de la mayoría de los Diseños Curriculares provinciales o jurisdiccionales de la Argentina son:

 

El cuidado de nuestras mascotas

Características externas, comportamiento alimentario y reproducción, tipos de locomoción.

¿Tenemos dientes de leche?

Tipos de dientes, características estructurales y funcionales de cada tipo de diente, aparición y caída de los dientes de leche, dientes definitivos, formas de cuidarlos.

Algunos animales silvestres (salvajes) de la zona donde vivimos

Hábitat, características externas, comportamiento alimentario y reproducción, tipos de locomoción.

Las plantas aromáticas que se utilizan en casa

Características externas, formas de empleo en la cocina y tipos de conservación.

 

A modo de cierre 

«Educar a los niños implica una sabiduría y una responsabilidad que ubica a las instituciones y a los educadores como pilares del sistema educativo. La educación traza las huellas del recorrido que la infancia transitará en su proceso educativo, iniciando una modalidad de acercamiento al conocimiento que influirá en sus posibilidades de aprender, de comunicarse y de expresarse». 

LO PRINCIPAL: Encontrarle sentido a la tarea.

  • Preguntarse por el «para qué», un camino posible.
  • Disfrutar del ser docente y de acompañar los procesos infantiles.
  • Trabajar con los otros generando utopías posibles y proyectos creativos.
  • Buscar y encontrar cotidianamente estrategias y dinámicas de trabajo que ayuden a resolver los problemas en el aula.
  • Concretar los sueños de una sociedad más justa y una escuela más cálida y comprometida.

 

Volviendo al inicio, reactualizando las esperanzas reales, concretas, responsables, apostando a la conformación de un mundo mejor y más justo, las utopías posibles a favor de nuestras infancias y nuestras escuelas…

 

«vive soñando, espera cantando el nuevo sol,
en que los hombres volverán a ser hermanos».

 

Disfrutá de dos versiones de la Himno a la alegría.

 

 

Con el nombre de Himno a la alegría se conoce el cuarto movimiento de la Novena sinfonía de Ludwig van Beethoven (1770-1827), en el que musicaliza el poema de Friedrich Schiller (1759-1805) llamado «Oda a la alegría» (Ode an die Freude).

Se cree que esta oda iba a ser originariamente Ode an die Freiheit (es decir «Oda a la libertad» y en la época revolucionaria los estudiantes la cantaban con la música de La Marsellesa). Más tarde se convirtió en la Ode an die Freude definitiva, para ampliar su significado: aunque el destino del hombre es la libertad, el desarrollo completo de ese destino debe desembocar en la alegría. En 1793, cuando tenía 23 años, Beethoven conoció la obra y quiso musicalizar el texto, surgió así la idea que acabaría siendo con los años su Novena y última sinfonía. Este Himno a la alegría se ha convertido en una referencia universal de la música y es valorado como un cántico a la fraternidad universal.

 

Notas

  1. Revisitar todos los artículos de la autora ya publicados en este Portal Educativo Conexión Docente.
  2. PITLUK Laura. (2020). «Entre las modas con globitos de colores y los enfoques educativos comprometidos y reflexivos…». En Travesías didácticas. N° 32. Buenos Aires.
  3. Propuestas elaboradas por Mirta García, coautora de las obras Educación ambiental en el nivel inicial.( 2021) y La enseñanza de las Ciencias Naturales en el Nivel Inicial (2011). Editorial Homo Sapiens. Rosario.

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