Mandalas en la escuela
La dispersión atencional es una de las dificultades más recurrentes en el espacio áulico. Capacidades potenciales no alcanzan a desarrollarse en plenitud por el obstáculo de la desconcentración de los alumnos.
Los niños están inmersos en una cultura mediática y digital con infinidad de estímulos visuales que muchas veces impide o malogra la posibilidad de lectura e interpretación de la multiplicidad de imágenes y acontecimientos de la realidad.
Otras veces las dificultades se originan en problemáticas familiares o conflictos psicológicos que hacen que los alumnos se replieguen y se evadan.
La expresión plástica camino de autoconocimiento y transformación
A través de mi experiencia personal en la construcción y diseño de mandalas, descubrí en ellos la posibilidad de expresarme plásticamente de modo sereno y lúdico, clima que me permitió experimentar sus efectos de transformación interior armónica de autoconocimiento.
Así fue como decidí aplicar la creación y construcción de formas mandálicas como herramienta pedagógica que facilitaría la expresión plástica de los niños.
Partiendo de la premisa de considerar la expresión plástica como un «lenguaje» o modo de comunicación que posibilita una mayor autoafirmación y relación del niño con su medio, experimenté que el formato clásico del mandala –combinación del círculo y del cuadrado como formas estructurales básicas del mismo– facilita dos funciones complementarias al momento de crear:
- La concentración atencional de los niños en su actividad expresiva.
- Una mayor profundización en la relación de los campos perceptual, emocional y cognitivo.
¿Qué significa mandala?
La palabra mandala significa CÍRCULO en sánscrito. Son originarios de la India aunque también se encuentran representaciones circulares concéntricas y simbólicas en diversas culturas a lo largo de la historia de la humanidad.
Desde los diseños circulares de las culturas originarias de América (azteca, inca, navaja) hasta los vitrales góticos de las catedrales medievales, por sólo mencionar algunos ejemplos.
Los mandalas son figuras de infinitas variaciones que se organizan en forma radial con un centro y una periferia.
Este juego visual de interacción del centro hacia la periferia o borde y del borde hacia el centro facilita la concentración atencional al momento de la expresión plástica, lo cual permite una tarea transformadora en el interior del niño.
¿Cómo se construye un mandala?
Morfológicamente, el círculo es una representación simbólica queactúa con un doble juego o movimiento de contracción (ir al centro) y expansión (conduce hacia la periferia). Esta relación constante entre centro y borde propicia la concentración en los símbolos que contiene el círculo.
La propuesta
La propuesta que presentamos se puede adaptar a los distintos ciclos de la escuela Primaria. Tiene su eje en la percepción de los cuatro elementos de la naturaleza (Tierra, Agua, Aire y Fuego); partiendo de una experiencia introspectiva que posibilite integrar el campo perceptual, emocional y cognitivo.
El psicólogo suizo Carl Jung, que investigó profunda y detalladamente la construcción de mandalas y sus beneficios psicológicos, relaciona los cuatro elementos primordiales con cuatro funciones psicológicas básicas.
En el trabajo docente resulta una guía útil para leer o interpretar los mandalas producidos por los alumnos.
Objetivos
- Favorecer la percepción de sensaciones visuales, olfativas, táctiles, auditivas.
- Relacionar o vincular el campo perceptual con el emocional.
- Expresar imágenes interiores imaginarias.
- Aplicar el color libremente según los caminos que señale la libre asociación imagen-color.
- Desplegar el potencial creativo.
- Aceptar límites inevitables.
- Valorar y compartir grupalmente la lectura de imágenes producidas
Contenidos
- El paisaje imaginario.
- La forma bidimensional.
- Percepción de lo emocional en su relación con el mundo exterior.
- Textura visual y táctil.
- Color: armonías y contrastes.
- Lectura de imágenes.
Trabajar mandalas en la escuela puede ser la propuesta de un viaje; el docente invita o propone a los alumnos cerrar los ojos para escuchar la narración de un viaje imaginario a través de los cuatro elementos (tierra, agua, aire y fuego).
Los alumnos se trasladan en este viaje imaginariamente dentro de una burbuja circular, transparente, muy cómoda, construida con un material de altísima seguridad, que les permitirá disfrutar del viaje a lo largo de todo el trayecto. La descripción de los lugares recorridos será narrada serenamente, con voz pausada, para que los alumnos puedan internalizar este recorrido imaginario. También se describirán lugares y situaciones que despierten sensaciones visuales, táctiles, auditivas, gustativas y olfativas.
Plaqueta video Accedé al video «Mandalas en la escuela» donde encontrarás la guía técnica para trabajar con esta técnica con tus alumnos.