Un universo de criaturas especiales I
Hadas, gnomos, ogros y otras rarezas viven en relatos de todos los pueblos desde el principio de los tiempos y lo seguirán haciendo en el futuro, no hay duda. Por algo son fantásticos en todos los sentidos de la palabra. ¡Hoy nos visitan Odos!
Sanchodo CuradorGraciela Montes Aunque parezca mentira, hasta el odo más pintado se lastima a veces o se enferma. Así que en el Fondo del Jardín, en el Terreno de Enfrente (y en cualquier otro oderío como la gente), además de odos carpinteros y odos pintores, de odos mecánicos, de musicodos, de odos viajeros y de inventodos tímidos, hay algunos doctodos que se ocupan de curar. |
La autora
Graciela Montes nació en Buenos Aires en 1947. Es Profesora en Lenguas y Literaturas Modernas y fue parte del Centro Editor de América Latina, donde dirigió la famosa colección «Los cuentos del Chiribitil». Estuvo al frente de varios proyectos editoriales: Enciclopedia de los pequeños (Ed. La Encina), La manzana roja y Cosas de chicos (Ed. Kapelusz) y Cuentos de mi país (Ediciones Culturales Argentinas-Centro Editor de América Latina). Fue cofundadora de la editorial Libros del Quirquincho y su Directora de Publicaciones hasta 1992. Dio allí un impulso renovador a la edición de libros para niños y jóvenes. Fue miembro fundador de ALIJA (Asociación de Literatura Infantil y Juvenil de la Argentina, sección nacional del IBBY), también cofundadora de la revista La Mancha junto con E. Wolf. Ha recibido numerosos e importantes premios y reconocimientos no sólo como autora literaria sino por su permanente compromiso social, cultural y educativo. Su obra abarca ficción, información, traducciones y teoría literaria.
Sus trabajos en pos del aumento de lectores genuinos nos convocan a reflexionar más allá de las buenas intenciones y de las frases «positivas ». Propone con sólidos fundamentos revisar la historia de la cultura e interrogarnos profundamente.
Los consideramos de lectura imprescindible para educadores en tiempos de riesgo de deshumanización y de exclusión.
El cuento
En este relato recorremos escenas que bien pueden ser parte de nuestros deseos, por ejemplo la convivencia –en la que cada uno se sabe reconocido y aporta su diferencia– en una comunidad donde los sustos se curan rápidamente y siempre hay algo para compartir. No falta el extraño que quizá no sea tan peligroso y hasta podría ser convocado a una charla. No hay moralejas ni pretensiones aleccionadoras, sino el placer de pasar un día entre pequeños seres sin destinos gloriosos, pleno de ritmo y color. El tono coloquial y los regionalismos nos hacen sentir casi dentro de la historia. La belleza, la ternura, el humor con que Graciela Montes describe a los personajes y narra los hechos, evidencia cómo una anécdota simple se transforma en una experiencia única por el modo de contarla.