El kamishibai como habilitador de lenguajes artísticos en el aula

El kamishibai (kami: papel / shibai: teatro – teatro de papel) es una forma de arte teatral callejero japonesa, por la cual se comparten historias, cuentos y relatos. Constituye una herramienta que, al irrumpir en el espacio áulico, habilita diversos lenguajes artísticos y a la vez, las singularidades y subjetividades de quienes la utilicen.

 

Cómo y cuándo surge el kamishibai

El teatro de papel es una forma de representación callejera en Japón, cuyos orígenes se remontan al despliegue de rollos con imágenes religiosas o al teatro de sombras del siglo XVIII, que movía formas recortadas detrás de telas transformadas en pantallas con velas. Lo cierto es que esta forma teatral que se vale de una caja de madera con puertas, que sirve como escenario para una serie de láminas que se van pasando manualmente a medida que avanza una narración, tuvo su presencia más fuerte durante la depresión de los años 30 en el siglo XX y en la posguerra de 1945.
Así, el kamishibai surge en el Japón en un contexto socio-cultural adverso y aporta artísticamente al clima de posguerra. Sus láminas de colores eran esperadas semana a semana y se convirtieron en un recuerdo imborrable para los niños ávidos de color y belleza en medio de paisajes desolados. El teatrista llegaba con su bicicleta y los convocaba con el golpeteo de tablas de madera, mientras disponía el teatro sobre una base en la parte posterior de su bicicleta y ofrecía al mismo tiempo golosinas en venta. Activos y valiosos agentes culturales, llegaron a ser 50.000 los teatristas que recorrían en bicicleta los pueblos y los barrios de las ciudades en reconstrucción.
En un curioso circuito de intercambios, muchos narradores habían sido también locutores del cine mudo y, posteriormente, los dibujantes de láminas pasaron al mundo del manga en la década del 50, cuando la televisión fue ocupando un lugar central.1
Gozan Takahashi (1888-1965) fue la iniciadora del «kamishibai educativo» en 1935, e introdujo y fomentó la participación del público. Fundó la compañía Zenko-sha e inició un movimiento llamado «Kamishibai del jardín de infancia». En 1938, Kenya Matsunaga y el dramaturgo Shunjiro Ape crearon la «Asociación del Kamishibai Educativo en Japón». Kenya Matsunaga no solo utilizó el kamishibai como educativo para escolares, sino que también lo utilizó como forma de «educación social» dirigido a adultos.2

 

Accedé a un video sobre cómo nació el Kamishibai: «De lo pequeño nace un mundo, y ese mundo es mucho más grande si se puede desarmar».

  • Kamishibai Infinito. «Brotes de cuarentena»3

 

 

Esta forma de arte teatral callejero de origen japonés habilita múltiples lenguajes artísticos que convergen en el espacio áulico, para dar lugar a las particularidades y singularidades de los estudiantes que lo habitan.

 

 

Kamishibai y educación

Desde las artes visuales y en contacto con todas las áreas artísticas, el kamishibai puede resultar una herramienta facilitadora para encuentros: verse y encontrarse con otros/as que le den sentido a nuestra vida humana. Compartir un dulce, una historia, una mirada y, sobre todo, propiciar un momento en donde la ficción habilite un modo de estar en tiempo presente.
El kamishibai puede resultar una herramienta facilitadora de encuentros en los diferentes niveles de la educación primaria, para que cada alumno/a, con su particularidad, pueda descubrir el modo de estar presente, compartiendo con otro/a.
Al realizar una obra utilizando el arte del kamishibai todo cuenta, cada acción que se realiza es parte del proceso compositivo. En este sentido, nos ubica frente a un abanico de posibilidades muy amplio que como docentes nos juega a favor, ya que cada alumno/a podrá ir descubriendo cómo va a participar del proceso: ¿qué lenguaje va a utilizar para crear? ¿Va a trabajar en pareja, en grupo, solo/a? ¿Va a participar del momento escénico o de los preparativos previos? ¿Va a ejercer un rol de público activo en el momento de la presentación? En una obra con kamishibai hay tantos roles posibles como estudiantes, nunca sobran manos y siempre se encuentra el hueco por el cual ingresar a participar activamente.
El kamishibai se compone a partir del cruce de lenguajes artísticos. Se ponen en práctica las artes visuales y plásticas, el teatro y la actuación, la dramaturgia, la literatura, la iluminación, la escenografía y la narración oral, entre otros. El modo particular que tiene esta herramienta para desarrollarse permite que, en un contexto áulico, los y las estudiantes puedan tomar la herramienta artística que les sea más resonante para componer sus propios relatos, de manera grupal o individual, preponderando el lenguaje que más los represente, dándoles lugar a sus gustos, intereses y deseos.
Dado que se desarrolla en el diálogo entre diferentes lenguajes, es allí donde radica la posibilidad de dar lugar a las singularidades para generar producciones en donde los y las estudiantes encuentren un lugar que los habilite como sujetos.

 

Accedé al video sobre la construcción artesanal de un butai.

  • Kamishibai Infinito. «Armar la valija»

 

A continuación, ofrecemos un proyecto que puede llevarse a cabo tanto en Primero como en Segundo Ciclo. En las fichas disponibles en la versión Web, que en este caso están destinadas al docente, encontrarán dos versiones del cuento: la original, con notas que sugerimos utilizar solo en 6to y 7mo grado y una adaptación, que puede ser usada como base para un relato oral en 1ro y 2do y que sugerimos sea leída por los chicos de 3ro, 4to y 5to.

 

Proyecto para Primer Ciclo

«SECUENCIA ENTRE ÁRBOLES»

Los diferentes lenguajes artísticos constituyen espacios de aprendizaje para los niños y niñas, este proyecto combina la literatura y la teatralidad para abordar las artes visuales, experimentado otros lenguajes potenciadores y complementarios. Se utilizará el arte del kamishibai.

El proyecto apunta a generar imágenes, desde el dibujo y el collage, que transmitan y comuniquen maneras diversas de mirar y reconocer historias, ampliando marcos de referencia y mundos por conocer. En el momento de la producción visual, la experiencia en otros campos artísticos será utilizada como insumo sensible y experiencial.

Desde el espacio como desde la interpretación, se generarán momentos concretos de creación relacionados con el espacio plástico y los procedimientos compositivos. Y también, se vinculará con lo contextual y la circulación de las expresiones artísticas, la difusión de la imagen producida, con valor plástico y comunicativo, utilizando el arte del kamishibai como herramienta central para mostrar producciones. Aprovechando esa «ventana», ese marco, para que los niños y niñas dirijan su mirada, sus emociones y a través de sus producciones relaten esos mundos y experiencias que fueron atravesando. Se abren, de esta forma, instancias de trabajo individual, grupal y colectivo, en donde todos y todas participan desde diversos roles.

 

 

Notas

  1. Ver SATO Amalia. (2003). Club Argentino de Kamishibai.
  2. Ver ALDAMA JIMÉNEZ Carmen. (2007). Historia del Kamishibai. En IIKAJA, Asociación Internacional de Japón, Kamishibai, Newsletter. PDF del artículo en https://kamishibai.educacion.navarra.es//wp-content/uploads/2011/08/Historia-del-kamishibai-larga.pdf
  3. Los videos que presentamos son creación del colectivo artístico de exploración con teatro de papel «Kamishibai infinito» del que forman parte la autora, Celina Alegría y Valeria Fadel.

 


Descargá, en formato imprimible, las Fichas destinadas al docente en las que se propone la planificación y toda la secuencia de actividades para la concreción de un proyecto completo basado en el arte del kamishibai sobre el cuento «El árbol del orgullo» de G. K. Chesterton.